EL TE DEUM DE LA IZQUIERDA
Econ. MARTÍN ARANA
Artículo del Periódico Digital LA SELVA
“TAHUAMPEANDO DETRAS DE LA MONTAÑA ”
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Desde hace un par de décadas, el clero católico peruano se ha convertido en vocero de aquella ideología que tiene entre sus principales máximas que «la religión es el opio de los pueblos». Desde la comodidad y protección diplomática que les da el púlpito, se creen en la libertad de avalar a masas que son manipuladas por su ignorancia y resentimiento (que nace de su propia mediocridad), lanzando discursos incendiarios que al final solo buscan desestabilizar al país.
Lo hecho ayer por ese Cardenal en el Te Deum constituye una total falta de respeto a la inverstidura presidencial; ya que, aprovechándose del momento, lo que este cura hizo fue dar opiniones puramente políticas y sin ningún tipo de sustento técnico en un espacio que debe ser sumamente protocolar, solemne y de llamado a la paz.
Este sacerdote solo fue eco de voces suversivas, cuyo único propósito es conducir el país hacía ese caos y miseria donde la izquierda siempre sabe reinar. Por eso, hizo bien Dina al desenmascarar en su discurso a esos adyectos movimientos que buscaban y aun buscan hacer del país un estado bananero como Bolivia, Venezuela o Cuba.
Lo más indignante, es que son justamente aquellos que pusieron y compartieron el poder (y también los manejos turbios, porque así fue) con delincuentes como Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Susana Villaran, los que se sienten con toda la libertad de llamarse «autoridad moral» y tratar de «conducir» al Perú a un «Estado Ideal»… Dios nos libre.
Creo que el Estado Peruano debería enviar una carta de protesta diplomática a Roma, no se pude permitir que el clero se inmiscuya en asuntos de Estado, mucho menos si su posición no es objetiva. Y vaya ironía del destino con estos curas rojos; son buenos para gritar a los cuatro vientos «DICTADURA» en países como el nuestro, donde desde el Gobierno Militar de Velasco no se violan libertades. Sin embargo, se meten la lengua ya saben donde, ante auténticas dictaduras como las de Venezuela, Nicaragua y Cuba, donde la población realmente está coaccionada… en fin, me alegra profundamente ser un libre pensador, un nihilista a ultranza…
