
✍️ Dante Bobadilla
Artículo del Periódico Digital LA SELVA
“RESPETADA OPINIÓN”
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Cada nueva hornada de marchantes callejeros estrena su propio nombrecito como su marca o identidad generacional, pero al final son más de lo mismo. Nada nuevo. Chusma enardecida con los mismos repetidos eslógans. Jóvenes exaltados que se creen redentores de la nación y que, como ritual de purificación, buscan incendiarlo todo y echar a todos después de haber votado mal.
Lo peor es que estos jovencitos hacen gala de un cinismo y estupidez pocas veces visto. Para empezar, fueron quienes llevaron a Pedro Castillo al poder. ¿Y ustedes creen que asumen alguna responsabilidad por ello? ¡NO! Se niegan a asumir responsabilidad alguna por haber puesto al país en manos de un completo ignorante que -como era lógico- se dedicó a robar en el poder.
Los ñañitos de la generación Z no sienten ninguna responsabilidad. Al contrario, creen que salvaron al Perú de caer en las garras del fujimorismo. ¡Por Keiko nunca! Es su grito de batalla. Repiten que prefieren votar por el panetón Totus antes que por Keiko. Asegurán que, pese a todo lo vivido, volverían a votar por Pedro Castillo. ¿Qué se puede esperar de esta clase de inmadurez y estupidez política, de este capricho infantil próximo a la patología? Son jóvenes amaestrados en el odio.
Tras la caída de Pedro Castillo y la llegada de Dina al poder, recién salieron a las calles a protestar pidiendo su vacancia. Cada vez que se les recuerda que Dina está en el poder porque votaron por Pedro Castillo, la respuesta es la misma: «la culpa es de Keiko por no vacarla». Ellos no tienen culpa de nada. Es de Keiko. La acusan de cogobierno y de ser el verdadero poder en la sombra. Han inventado la frase «pacto mafioso».
En síntesis, esta generación de imberbes no se siente responsable por nada, ni de su voto. Como buenos cobardes se lavan las manos y le cargan toda la responsabilidad a otros, en especial a Keiko. Tienen una fijación enfermiza con Keiko. Lo que merece un análisis profundo desde distintos ángulos para explicar este fenómeno.
En primer lugar aclaremos que estas pandillas marchantes siempre marchan cuando la izquierda no está en el poder. Mientras estuvo el analfabeto y ladrón Pedro Castillo robando en el poder, nunca salieron a marchar ni mostraron vergüenza ni indignación alguna. Solo salieron cuando vacaron a Pedro Castillo con la narrativa de que le habían dado un golpe a Castillo.
Y esto es lo que pasa con los jóvenes: viven de la narrativa, del cuento, de la ficción política. Siempre leo analistas diciendo que Dina vivía en una realidad paralela, pero no es la única. Los jóvenes también viven en una realidad pararela donde combaten a monstruos creados con pura narrativa, alimentados por farsantes de la prensa que tienden a ver todo mal. De allí el cuento del «pacto mafioso» que sostiene a Dina en el poder.
En cualquier país democrático y civilizado, las fuerzas políticas están obligadas a ponerse de acuerdo para darle al país gobernabilidad. Más aun cuando quien detenta el poder no goza de mayoría en el Congreso. Los pactos en política son lo normal. Pasa en Francia o Alemania ahora mismo. Pero en el Perú una casta de imbéciles opinólogos mira esto como «pacto mafioso».
Y en el imaginario de estos jóvenes, quien «gobierna en realidad» es Keiko. Según la afiebrada mente de estos ñaños, Keiko es la que tiene el control del Congreso y Keiko es quien protege a Dina. Y si no la han vacado en seis intentos es porque Keiko no quiso. De modo pues que la jefa de un partido que tiene una bancada de 22 congresistas en un Congreso de trece bancadas diferentes y 130 congresistas, es la que maneja todo en el Perú. Esa es la realidad paralela en la que viven estos jóvenes, incluyendo muchos viejos zurdos que venden ese humo en la prensa.
Al final estos jóvenes marchan para combatir molinos de viento, monstruos que solo existen en su imaginación. La inseguridad ciudadana no es un problema generado por Dina sino una plaga que se ha extendido por varios países del continente. No se puede vacar a un presidente por un atentado criminal ni por cada escándalo mediático que aparece en la prensa dominical. Nos estamos convirtiendo en un país de estúpidos. No podemos estar generando vacancias, golpes e inestabilidad política. Alguien tiene que parar esto. ¿Quiénes? ¿Hay líderes en este país?.a