Ante los constantes disturbios en las calles de la ciudad, ocasionado por los grupos de barristas, una vecina, exige al gobierno el servicio militar obligatorio.
Lamenta el trabajo de la policía, donde muchas veces capturan a los barristas pero luego son puestos en libertad. Como una vecina consciente de la inseguridad, la mujer exige al gobierno tomar medidas drásticas ya que la juventud anda perdida en malos pasos.